En casa no habrá nadie
sino el atardecer. En la rendija
que dejan las cortinas corridas habrá sólo
esa luz del invierno.
Habrá sólo unos blancos y mojados vellones
que cruzarán deprisa.
Solamente tejados y nieve, solamente
la nieve y los tejados.
Y la escarcha de nuevo se pondrá negra. En torno
vendrá el abatimiento que sentía
hace un año; vendrán
las cosas de otro invierno.
Y de nuevo han de herirme
con esa aún no perdonada culpa,
y hambre de leña ardiendo
apretará la cruz de la ventana.
Pero veré correr un estremecimiento
de pronto en las cortinas.
Y, midiendo el silencio
tus pasos, entrarás como el futuro.
Tú surgirás en el umbral, vistiendo
algo sencillo y blanco,
algo que hicieron con la tela misma
de los copos de nieve.
Boris Pasternak
(trad. María Manent y Boyan Marcoff)
Reconocemos a un gran poeta aunque sea en una estrofa. Hace mucho tiempo que sé que Boris Pasternak es un gran poeta, se hace difícil difundirlo entre la gente de la calle, es un extraño que escribió una novela magistral para muchos que dicen amar la poesía, pienso que por encima de todo es un soberbio cronista sentimental de un tiempo en el que casi todo estaba en contra del sentimentalismo, su forma de rebelarse fue crear poesía aun cuando muchas veces se expresara en prosa.
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