11 nov 2013

Animae rerum

Al mirar del paisaje la borrosa tristeza
y sentir de mi alma la sorda pena oscura,
pienso, a veces, si esta dolorosa amargura
surge de mí o del seno de la Naturaleza.

Contemplando el paisaje lluvioso en esta hora
y sintiendo en los ojos la humedad de mi llanto,
ya no sé, confundido de terror y de espanto,
si lloro su agonía o si él mis penas llora.

A medida que sobre los valles anochece
todo se va borrando, todo desaparece...
El labio, que recuerda, un dulce nombre nombra.

Y en medio de este oscuro silencio, de esta calma,
ya no sé si es la sombra quien invade mi alma
o si es que de mi alma va surgiendo la sombra.
 
Francisco VILLAESPESA

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