19 oct 2011

Los Cortázar

Qué familia, hermano.
Ni un abuelo comodoro, ni una carga
deca
balle
ría,
nada, ni un cura ilustre, un chorro,
nadie en los nombres de las calles,
nadie en las estampillas,
minga de rango,
minga de abolengo,
nadie por quien ponerse melancólico
en las estancias de los otros,
nadie que esté parado en mi apellido
y exija de la estirpe
la pudorosa relación: "Aquel Cortázar,
amigo de Las Heras..."
Ma qué Las Heras,
no tuvimos a nadie, ni siquiera
en Las Heras (la Penitenciaría
que ya tampoco existe, me contaron).
Qué suerte tienen los caballos...

Julio Cortázar

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